Por José Gregorio Torres

Conocí a Eligió, hace como ocho años, nunca había tenido la oportunidad de conocer su arte, fue en la oportunidad en que buscábamos promover a nuestros cultores desde el Instituto Municipal de Cultura, en ese tiempo bajo mi dirección, no fue casual ese primer encuentro, era la conexión que existe entre dos creadores que han aprendido a ver el arte en todo lo que nos rodea, allí estaba el artista humilde tallador, pero claro en sus convicciones sobre el arte y la necesidad de vincularlo al entorno, era aún el diestro tallador de la madera, extraordinario imaginero, original en sus obras nada aun cuando trata de imitarlo se asemeja a una copia, pues su toque personal le da el sello único a sus hermosas obras, bien hechas en cemento, en madera o cualquier otro material, en el que se proponga plasmar su arte.

Decidimos visitar a Eligió, y en esos recuerdos volvimos a compartir como el primer día recorriendo su taller cargado de energías invisibles, pero que transmiten olor y sabor del arte más puro, escucharlo con la misma energía y la misma convicción de que el arte está en todas partes y por ello nos cuenta de nuevo que ha reciclado muchas cosas para convertirlas en obras, para ello usa desde un lápiz hasta un creyón, pues tiene la virtud de plasmar el color en figuras que parecen salir de los instrumentos, mezclando su arte con la música, y aunque no es músico, el arte lo lleva a lograr esas bellas decoraciones, que solo él puede lograr para embellecer el ambiente, Eligió, también sueña con ver una de sus obras en algún lugar público para que sea admirado por propios y extraños.

Así pasamos la tarde recorriendo su casa mostrando orgulloso su galería personal, cálida y llena de recuerdos que lo remontan a los finales de los años ochenta, cuando empezó a tallar tímidamente las primeras maderas, y que hoy le permite sentirse orgulloso de sus extraordinarias e inigualables obras, obras de las que no ha podido desprenderse porque sin duda ningún precio es justo para tan hermosa creación, pues a pesar de todo este artista ingenuo, también es un hombre sencillo sensible y amable, cualidades que le enriquecen más aún su personalidad extremadamente modesta, pero orgulloso de su obra, obra que los caracheros debería de tener la oportunidad de admirar, porque Eligió, merece sin duda el reconocimiento de todos sus paisanos, pues la Loma de Bonilla, hoy cuenta con su presencia y la escuela de su vecindario lo sabe y lo aprovecha, ya que muy pronto será padrino de una promoción, y eso para Eligió es el mejor reconocimiento.

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