Por: Prof. Julio César Benítez Zapata

Definición y Características

El arreo de bestias se refiere al uso de animales de carga (principalmente mulas, burros y caballos) para el transporte de personas, productos agrícolas, herramientas y mercancías a través de las regiones rurales de Venezuela. Esta práctica fue el sistema logístico vertebral de la economía rural desde la época colonial hasta mediados del siglo XX, cuando comenzó a ser desplazada por el transporte motorizado.

Los arrieros (o atrilleros) eran los profesionales especializados en guiar recuas (tropas de animales) por caminos de montaña, veredas y trochas, conectando zonas de producción aisladas con pueblos, mercados y puertos.

Importancia en el Desarrollo Rural Venezolano

1. Conector de economías regionales aisladas:

  • En un país con una geografía abrupta (Andes, cordilleras costeras, serranías), el arreo fue la única forma de vincular las zonas productoras de café, cacao, tabaco, añil y ganado con los centros de consumo y exportación.
  • Ejemplo: El café andino (Táchira, Mérida) llegaba a puertos del Lago de Maracaibo o a Colombia mediante recuas de mulas. El cacao de la costa central se transportaba en burros hacia La Guaira.

2. Sustento de la infraestructura comercial pre-carretera:

  • Las rutas de arriería (como los caminos de herradura) fueron los predecesores de muchas carreteras actuales.
  • Se crearon redes de posadas y descansos (llamados «puestos de arreo») que dinamizaban la economía local (venta de alimentos, forraje, herrería).

3. Pilar de la sociedad agraria:

  • El arriero era una figura clave: mensajero, comerciante menor y portador de noticias entre comunidades aisladas.
  • La propiedad de una recua representaba capital móvil y estatus social en el campo.

4. Adaptación a la geografía:

  • Las mulas (híbrido de yegua y burro) eran especialmente valoradas por su fuerza, resistencia y seguridad en pendientes pronunciadas, superando a los caballos en terrenos escarpados.
  • Los burros eran fundamentales para pequeñas familias campesinas por su bajo costo y capacidad de carga en cortas distancias.

5. Influencia en la cultura e identidad:

  • El arreo generó un código cultural propio: lenguaje silbado o con gritos para guiar animales, técnicas de carga (aparejos, albardas), herrería especializada.
  • Aparece en la literatura venezolana (p.ej., en obras de Rómulo Gallegos) y en la música (golpes y décimas del llano que mencionan «el camino de los arrieros»).
  • Contribuyó al mestizaje cultural, pues arrieros comunicaban noticias, modas y tradiciones entre regiones.

6. Ciclo vital de la agricultura:

  • Eran esenciales para las cosechas (transporte del producto), la siembra (llevar semillas y herramientas) y la venta (trasladar la producción al mercado).
  • También se usaban para acarrear leña, agua y materiales de construcción en las fincas.

7. Resistencia y decadencia:

  • Con la política de carreteras de mediados del siglo XX (gobiernos de López Contreras, Medina Angarita, Pérez Jiménez), el arreo entró en declive, aunque persistió en zonas remotas.
  • Hoy es una práctica relegada a áreas de difícil acceso (como partes de los Andes, el Piedemonte andino-llanero o la Sierra de Falcón), pero ha sido revalorizada en contextos de crisis de combustible o donde la modernización no llegó plenamente.
Comercio y transporte de cafe en el estado Táchira. Foto: Cortesía.

Legado y Vigencia

  • Patrimonio cultural inmaterial: En algunos pueblos se mantienen festividades relacionadas (ferias, romerías con cabalgatas que evocan el pasado arriero).
  • Turismo rural: Se ofrecen paseos en burro o caballo como experiencia etnoturística.
  • Resiliencia en crisis: Durante los picos de escasez de gasolina en la Venezuela reciente (2015-2021), algunas comunidades reactivaron el uso de bestias para transporte local y distribución de alimentos.
  • Símbolo de identidad: Representa la tenacidad del campesinado venezolano para superar barreras geográficas y la íntima relación con el territorio.

En fin, el arreo de bestias fue la columna del sistema de transporte rural venezolano durante siglos, permitiendo la integración económica de regiones aisladas y el florecimiento de cultivos de exportación que definieron la historia nacional. Su declive marca la transición de una Venezuela agropecuaria a una petrolera, pero su legado perdura en la memoria colectiva como ejemplo de adaptación al medio y de una economía basada en el esfuerzo humano y animal. Es un testimonio de cómo la logística define el desarrollo: sin arreo, no habría sido posible la Venezuela cafetalera del siglo XIX ni la conexión de su diversificado mundo rural.

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