Por José Gregorio Torres

En el año 1963 el gobernador del estado Trujillo, junto a las autoridades municipales de entonces, tomaron la determinación de colocar la primera piedra, en el sitio llamado el Llano de Matías, lugar donde se llevó a cabo la importante gesta que permitirá a Bolívar continuar la ruta de la Campaña Admirable y llegar triunfante a Caracas, donde se ratificaría su título de Libertador, el que comparte en su discurso y proclama de Caracas, con todos aquellos hombres y mujeres que le acompañaron en esta importante gesta emancipadora, la que marcó también para la historia el aporte con nombres que hoy figuran en los anales gloriosos de la independencia, entre los que destacan Pedro Miguel Chipia, la heroína Simona Perdomo, su hermano el padre Perdomo capellán del ejército libertador y Miguel Vicente Cegarra oriundo de Burbusay, entre otros.

Figura de manera decisiva y preponderante en este hecho bélico el Coronel Atanasio Girardot, joven militar neogranadino valeroso hijo de Colombia, jefe de la vanguardia, que bajo la orden del mismo Libertador, se trasladó a Carache el 18 de junio de 1813, para atacar y liberar la plaza de Carache, la cual era imprescindible despejar para que el libertador pudiera continuar su Campaña Admirable y llegar triunfante a la Ciudad de los techos rojos, siete batallas de las cuales en Trujillo se libraron tres, una en Ponemesa Betijoque, la Batalla de Niquitao y la de Agua de Obispos en Carache.

Según el parte expedido por Girardot comandante de la vanguardia, la batalla se librará luego de una estampida por parte del comandante español Cañas, quien al enterarse de la llegada de Bolívar a territorio trujillano, este retrocede hacia las montañas vía la Peña con Lara, llegando a altura del sector Las Palmas de Agua de Obispo, a la altura del llano de Matías, donde se da el enfrentamiento y el cual le da el triunfo a los patriotas, infligiendo tal derrota al afamado y aguerrido comandante Cañas, permitiendo que las posteriores batallas se libren con mayor confianza, pues el entusiasmo de los patriotas no se compara con el ánimo de la derrota que a su paso el ejército Bolivariano va reafirmando la libertad del yugo español.

Se dice que a esta gesta, Campaña Admirable, se sumaron los adolescentes Chipia y Cegarra, pero con ellos también otros patriotas locales que más tarde figuraron en la revolución federal luego de la Cosita, dónde se generan varios partidos identificados unos con Bolívar y otros con el General Páez, lo que resulta en una secuencia de revoluciones que por más de un siglo significaron para Venezuela, atraso y pobreza, lección que hoy es inspiración para que nuestros políticos valorando la historia, vean estos hechos como un punto de reflexión y pensemos más en el futuro que en el pasado, ejemplo, el gobierno del Dr. Gilmer Viloria, quien en honor a estos acontecimientos, inteligentemente, se sumó a los emprendidos por la municipalidad de Carache en el año 2002 cuando se decide celebrar como un hecho de relevancia histórica nacional, regional y local, está célebre batalla, acompañada de la electrificación y construcción de acueducto para la comunidad del Agua de Obispos y Las Palmas. Así como mejoras en las vías de acceso a estas comunidades, acciones gubernamentales que más adelante permitirían reforzar las mejoras al monumento de la Batalla en Agua de Obispo.

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