Por: José Gregorio Torres
¿Qué es «El Papagayo» para quien escribe esta nota? Me remonto a mi infancia, esa que me llevaba de niño a recorrer solitario los caminos, quebradas y zanjones de mi viejo y ancestral Valle de San Juan Bautista de Carache. En ellos jugué, escuchando los pájaros, viendo florecer los tunales para degustar sus frutos, la pitahaya o tuna. Luego, después de quitarme los incómodos pelos con escobillas, me veía obligado a quitarme la ropa y bañarme en las grandes corrientes del río Míxnumbox. Después, me sentaba a la orilla del camino hacia la quebrada de Mirinday, donde, sin más armas que mis afilados dientes y mis limitadas fuerzas infantiles, pelaba una dulce caña morada para disfrutarla, como aún lo hago a mis 62 años. Vivía la experiencia de espinarme con alguna mata de cují, en el camino de la Pandita, que finalmente me llevaba al viejo trapiche de José Manuel Godoy. Son vivencias que aún recuerdo por ser un amante de excavar en la tierra en busca de algún resquicio antiguo (tiestos) de nuestros antepasados aborígenes cuicas.


Así recuerdo aquel lugar donde hoy se erige una estructura magnífica por su construcción, tan hermosa como agradable. Si bien rompe por su majestad en tamaño con lo amplio del paisaje, se integra de inmediato a la vista en el ambiente acogedor de quienes buscamos entre los alrededores algo que nos refiera esa hermosa historia de la molienda. Es allí donde Mauro Godoy es una referencia con su trapiche, una pujante industria que sostiene la historia, entre los últimos que existen aún en el valle. Este conserva el proceso que permite la producción de la panela, el papelón y sus derivados, panela tan conocida como reconocida nacionalmente por los conocedores de la materia. Pues este joven agricultor, de ser un personaje valioso en la industria local, se convierte en parte de la historia por ser heredero de quien fue uno de los más importantes cañicultores de la zona andina: José Manuel Godoy.
Es por ello que «El Papagayo» no es hoy solo uno de los principales centros de esparcimiento familiar y hospedaje. En el contexto cultural, es más que un mero espacio de diversión, distracción y esparcimiento, pues constituye, junto al trapiche de Mauro Godoy —nieto y heredero del viejo roble José Manuel Godoy—, un triángulo conformado por la comunidad ancestral de Carache, Mirinday (que en el lenguaje indígena significa «Cementerio»), y «El Papagayo» como centro cultural de desarrollo turístico. Allí se fomentan y se rescatan valores intrínsecos tan necesarios para mantener vigente y referible nuestra historia local. Es allí donde Carlos Montilla Benítez, apoyado por un equipo de voluntades, asume responsablemente con su proyecto «El Papagayo» el ambicioso desafío de rescatar sus orígenes, que también están sanguíneamente ligados al nombre de su abuelo materno, José Manuel Godoy. Esta es la historia de Carache.