Por Ing. Carlos Lozada
Estos días he estado sumergido en lecturas sobre estrategia y dirección empresarial. Leer, en su sentido más profundo, es descubrir. Y en ese descubrir, me encontré con las historias de algunos de los CEOs más influyentes del mundo: Jeff Bezos de Amazon, Larry Page de Google, Warren Buffett de Berkshire Hathaway… nombres que resuenan en el universo empresarial como sinónimo de innovación, liderazgo y visión.
Pero fue la historia de Doug McMillon, actual Presidente y CEO de Walmart Inc., la que me detuvo. Para quienes no lo conocen, Walmart es una de las cadenas de supermercados más grandes del mundo, con presencia global y millones de empleados. Lo que hace especial a McMillon no es solo su cargo, sino su recorrido: comenzó como trabajador de almacén en una tienda Walmart y, con el tiempo, escaló hasta convertirse en el líder máximo de la empresa.
¿Qué es un CEO?
El término CEO proviene del inglés Chief Executive Officer, y se refiere al director ejecutivo de una empresa. Es quien toma las decisiones estratégicas, dirige los equipos de trabajo y define el rumbo de la organización. En otras palabras, es el timonel que guía el barco empresarial.
La historia de McMillon es poderosa porque rompe con el mito de que el éxito empresarial está reservado para quienes nacen en cuna de oro o tienen contactos privilegiados. Su ascenso es prueba de que, desde cualquier posición de trabajo, por humilde que sea, se puede aprender, crecer y liderar.
Carache también tiene sus McMillon
Al pensar en nuestra tierra, en Carache, no puedo evitar ver reflejos de esa historia. Aquí, muchos agricultores comenzaron como jornaleros, trabajando por el día, aprendiendo con las manos en la tierra. Con esfuerzo, visión y constancia, pasaron a arrendar pequeñas parcelas, y hoy son productores agrícolas independientes, capaces de dirigir equipos, tomar decisiones y sostener economías familiares.
Cada tarea, por insignificante que parezca, es una oportunidad de aprendizaje. El secreto no está en la suerte, sino en estar preparados para cuando llegue el momento de la oportunidad. Absorber conocimiento, observar, preguntar, equivocarse y volver a intentar: ese es el camino del crecimiento.
Reflexión final
La historia de Doug McMillon y la de nuestros agricultores carachenses tienen un hilo común: la capacidad de transformar el trabajo cotidiano en una escuela de liderazgo. No importa si se empieza en un almacén o en una parcela; lo que importa es la actitud con la que se enfrenta cada jornada.
Porque en Carache, como en Walmart, también se forman líderes. Solo hay que mirar con atención.