Por José Gregorio Torres.

Sin interés de establecer comparaciones entre dos seres humanos que ocupan en nuestro tiempo y espacio un mismo propósito, me atrevo a decir sin temor a equivocarme que sin lugar a duda estos dos nombres para los Caracheros ocupan un especial lugar en nuestros corazones y mentes, pues a los dos les guardamos un gran respeto, un profundo sentimiento de agradecimiento y el eterno recuerdo de su paso por nuestro terruño. Y es que para quien escribe la presente nota, estos dos personajes que en lo humano hoy se ven tan distantes, hubo un tiempo en que los Trujillanos comparamos la obra del Doctor Miguel Á. Solar, el médico chileno, con parte de la realizada por el venerable, hoy Santo José Gregorio Hernández, el Siervo de Dios.

Y es que por los años ochenta Carache se constituyó en residencia de este insigne y humilde médico chileno, a quien un importante diario regional le otorgó un sesudo artículo de prensa donde se le atribuyó el título del segundo José Gregorio Hernández. Salvando las distancias de quien ya era candidato a Beato, la obra y proceder del Dr. Miguel Ángel Solar, a pesar del desconocimiento que los Caracheros tenían sobre el personaje, fue su conducta y proceder humano el que inspiró ese hermoso artículo en el cual se reconoce la noble e inspiradora labor que este galeno venido de las pampas chilenas venía realizando en varios municipios del Estado Trujillo. Miguel Ángel Solar había salido de Chile por circunstancias políticas y para suerte de los Trujillanos y caracheros, durante poco más de una década, tuvimos la suerte de ser los anfitriones de tan carismático personaje.

Quien no recuerda la Toma de la Universidad Católica en Chile, es allí donde nuestro personaje inicia su carrera como figura pública y lo que le lleva a asumir un exilio involuntario hasta llegar a este Valle de San Juan Bautista, terruño del Venerable José Gregorio Hernández. No podía ser de otra manera, pues en nuestro suelo sembró el Dr. Miguel Ángel Solar la semilla que en algún momento brotará para que su labor y su dedicación a nuestro pueblo sean reconocidas por su entrega a la noble profesión de la medicina. Miguel Ángel Solar ha sido y sigue siendo fiel a sus principios cristianos y es por ello que su conducta es motivo de comparación y la que hoy sigue siendo inspiración para quienes conocimos la obra de estos dos eminentes médicos que bien merecen el elogio humano y el recuerdo permanente de nuestros hermanos Trujillanos. Desde Carache One Line, enviamos un caluroso saludo al Dr. Miguel Á. Solar en Temuco, Chile.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *