Por Alexander González | Los Andes
Isnotú, cuna del «Médico de los Pobres», se convirtió en el epicentro de una jornada histórica y de profundo significado espiritual con motivo de la canonización del Dr. José Gregorio Hernández Cisneros y la Madre Carmen Rendiles.
La elevación a los altares de los primeros santos venezolanos fue celebrada con júbilo multitudinario, que se extendió desde la noche del sábado hasta el mediodía de este domingo 19 de octubre.

Miles de devotos, peregrinos y feligreses se congregaron en las adyacencias del Santuario Diocesano Niño Jesús de Isnotú, muchos en vigilia desde la noche anterior, para ser testigos de este hito de fe.
Desde la noche del sábado 18 de octubre, los devotos mantuvieron una vigilia especial, con rezos del Santo Rosario, Horas Santas dedicadas al Dr. Hernández y la Madre Rendiles, con presentaciones musicales que crearon un ambiente de profunda solemnidad y alegría.

El momento cumbre de la jornada fue la transmisión en vivo, a través de pantallas gigantes instaladas en el Santuario, de la ceremonia de canonización celebrada por el Papa León XIV en la Ciudad del Vaticano. Con gran emoción, miles de asistentes presenciaron la declaración oficial de santidad de sus paisanos.
La programación central del domingo culminó con una caminada de casi 15 kilómetros desde Valera hasta Isnotú, dónde distintos gremios cargaron en hombros una imagen hiperrealista del Médico de Los Pobres para luego presenciar una solemne Misa de Acción de Gracias, presidida por el clero local y concelebrada por sacerdotes invitados.
Esta eucaristía marcó la primera celebración litúrgica en el pueblo natal del nuevo santo – hijo de Isnotú – el Dr. José Gregorio Hernández.